Pobreza Energética de verano - José Luis López Pill 1

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11 agosto 2022

Pobreza energética de verano 03: ¿Qué soluciones hay?

La solución óptima es la que consigue solventar el problema de raiz, reduciendo las necesidades energéticas del hogar para que este sea capaz de ofrecer el confort deseado. Además, aislar el edificio es la única solución que permite abordar simultáneamente la pobreza energética y el cambio climático.

Al aislar la envolvente, conseguimos reducir las necesidades energéticas en un 70%, reduciendo significativamente la factura energética de los hogares. Además, mejoramos el confort y minimizamos las emisiones. Y, si aislamos con lana de roca, intensificaremos la protección acústica y la seguridad en caso de incendio.

Asimismo, el momento para combatirla es hoy: disponemos de 3.800M € de fondos europeos para este fin, con subvenciones de hasta el 100% de los costes.


Si cuidamos de nuestra vivienda, ella cuidará de nuestra salud y de nuestro planeta. ¡Actuemos ya!

José Luis López Fernández

Experto en pobreza energética y coautor de diversos estudios sobre esta problemática a nivel nacional

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Pobreza energética de verano 01: ¿Qué es, cuáles son sus consecuencias, y cómo podemos abordarla?

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Pobreza energética de verano 02: ¿Cómo impacta la pobreza energética en nuestro estilo de vida, salud y planeta?

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Pobreza energética de verano 03: ¿qué soluciones hay?

Albert Grau, Local Public Affairs de ROCKWOOL Peninsular declara que “ahora es el momento ideal ya que tenemos a nuestro alcance los Fondos Next Generation, que en España destinarán hasta 3.800 millones de euros para la rehabilitación de edificios, afrontando la pobreza energética con subvenciones de hasta el 100% de los costes en estos casos”.

Reducir la demanda energética del edificio es la forma más eficiente de combatir la pobreza energética

La pobreza energética también existe en verano, de hecho, 9 de cada 100 viviendas no son capaces de mantener una temperatura constante y confortable de 25ºC, tal y como recomienda la OMS.

De la misma manera que en los meses más fríos del año, los hogares que más padecen las consecuencias de la pobreza energética de verano son aquellos que no cuentan con un aislamiento óptimo, y por tanto no pueden mantener una temperatura estable y una buena ventilación en verano. 

Las principales consecuencias de la pobreza energética recaen en la degradación de la salud y el incremento del gasto energético. Así, el perfil de la mayoría de personas que la padecen coincide con habitar en edificios de mala calidad constructiva. De hecho, más de un 17% de la población la sigue sufriendo, aunque dedique gran parte de sus ingresos -por encima del doble de la mediana del país-, para llegar a pagar las facturas. En este sentido, Cruz Roja atendió en 2021 al menos a 14.000 familias con problemas asociados a la pobreza energética de verano.

Como explica el experto José Luis López, “los hogares son el lugar de confort y bienestar de las personas y, por ello, los métodos que más se utilizan para combatir las temperaturas extremas en verano son temporales, como la utilización de aparatos de refrigeración; y no estructurales, como podría ser la rehabilitación del edificio para conseguir un menor consumo a través de mejorar su aislamiento”. Continúa, “esto se traduce, además, en un incremento de los precios de la energía, agravando aún más el problema de los hogares más vulnerables y provocando mayores problemas de salud”.

Para conseguir una mayor calidad de vida en los hogares, los expertos coinciden en que mejorar el aislamiento del edificio con lana de roca es la fórmula óptima para acabar con la pobreza energética de verano; además de conseguir también un buen aislamiento térmico y acústico, evitar humedades o condensaciones de agua y ofrecer una alta protección al fuego.