ESTRATEGIAS PARA EVITAR LA PROPAGACIÓN DE INCENDIOS

13 de noviembre de 2013

El próximo martes 19 de noviembre se celebra en la sede del Colegio Oficial de Arquitectos de Extremadura, en Badajoz, la jornada “Origen y desarrollo de incendios en las envolventes de los edificios”, que pretende analizar cómo se inicia y se propaga un incendio, y las soluciones para reducir el riesgo. Jordi Bolea, responsable del área de relaciones institucionales de la compañía, ofrecerá una ponencia con estrategias para el estudio y la neutralización de la propagación de incendios en fachadas. También participará D. Basilio González Lara, jefe del Servicio de Bomberos de Badajoz, con reflexiones sobre la profesión.

La importancia de la protección contra incendios

Los incendios tienen consecuencias dramáticas. En los edificios de viviendas puede suponer la pérdida de recuerdos y del propio hogar; en oficinas, la pérdida de documentos, lo que podría significar la pérdida del negocio; y, en ambos casos, la pérdida de vidas. Se calcula que más de 5.000 personas mueren cada año por causa de los incendios en la Unión Europea, la mayoría de ellas debido a la inhalación de gases tóxicos y, en menor grado, a las quemaduras.

Esta jornada se centrará en identificar las causas que generan un incendio y su propagación, las soluciones y las pautas de diseño para reducir su aparición y sus consecuencias. Tanto desde el punto de vista de la construcción como el de la rehabilitación de edificios, es fundamental considerar la protección contra incendios.

Según comenta Jordi Bolea, “la prevención es la base de la protección y ésta empieza en el interior de los edificios, en los materiales constructivos. Uno de los más utilizados por los profesionales es la lana de roca, un material que, al estar hecho de roca, es incombustible y resiste a temperaturas superiores a 1000ºC, sin dejar de conservar todas sus prestaciones”.

La lana de roca actúa como barrera cortafuegos, controlando la propagación de las llamas y contribuyendo a la resistencia de los sistemas constructivos. Además, al ser un material de origen mineral, es químicamente neutro y no contiene ningún producto agresivo, corrosivo o tóxico, por lo que su impacto con el fuego genera un nivel mínimo de humo dañino.