Los edificios de gran altura con fachadas combustibles pueden acabar en desastre

"A partir de los 70 metros de altura, ya no es posible extinguir un incendio de forma efectiva desde el exterior. Si permitimos el uso de materiales combustibles a esa altura, ponemos en peligro vidas humanas". Así lo advierte Jurjen Burghgraef, fundador de JB Risk Management y reconocida eminencia en el campo de las inspecciones y los análisis de prevención. Burghgraef subraya la importancia de tomarse en serio la seguridad contra incendios en los edificios de gran altura. En esta entrevista, analiza los riesgos crecientes asociados a los métodos de construcción modernos y a los materiales aislantes, destaca la necesidad de realizar ensayos exhaustivos de seguridad contra incendios y señala las medidas imprescindibles para evitar escenarios catastróficos.

¿Cuáles son los requisitos legales con respecto a los materiales aislantes no combustibles y cómo deberían ser?

En los Países Bajos, el principal método de ensayo es la SBI, que se basa en un escenario de un incendio originado en un cubo de basura. Se trata de un ensayo a pequeña escala que aporta información limitada sobre el comportamiento real de los materiales en incendios a gran escala, como los que pueden producirse en edificios de gran altura. Para edificios de más de 70 metros de altura, la regulación actual establece que solo se pueden usar materiales no combustibles, pero esta restricción no se aplica a los edificios de menor altura. Esto genera riesgos adicionales: en construcciones de mayor tamaño, el uso de materiales combustibles puede favorecer que el fuego se propague con mucha mayor rapidez.

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¿Por qué es tan importante el uso de materiales aislantes no combustibles en los edificios de gran altura? ¿Hay algún ejemplo de ello?

La Torre Grenfell en Londres es un trágico ejemplo de las consecuencias que puede tener el uso de materiales combustibles en la fachada de un edificio alto. En los edificios de gran altura, es difícil extinguir un incendio desde el exterior. Hay que confiar completamente en la seguridad contra incendios de los materiales de la fachada. Si estos materiales son combustibles, el fuego puede propagarse de forma extremadamente rápida por todo el edificio. En los Países Bajos, la regulación establece que, por encima de los 70 metros de altura, solo pueden emplearse materiales no combustibles, y es fundamental que esta exigencia se mantenga. Es la única manera de reducir el riesgo de víctimas en caso de incendio.

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Si se permiten materiales combustibles en edificios de más de 70 metros de altura,
aumentará el riesgo de víctimas. Un incendio en la fachada exterior de un edificio alto
es prácticamente imposible de extinguir.

Jurjen Burghgraef

Fundador de JB Risicobeheer

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