Teatro Globe de Shakespeare

Resucitado de las cenizas

Cómo construir un teatro del siglo XVI con la resiliencia al fuego del siglo XXI

Pocos edificios podrían haber sido más peligrosos que el teatro londinense Globe original. Construido en madera en 1599, fue destruido por un incendio catorce años después, cuando un cañón de escenario iluminó su techo de paja. El Globe tardó solo dos horas en quemarse y derrumbarse. Se reconstruyó rápidamente, esta vez con un techo de tejas, pero luego se demolió para dar paso a una vivienda bajo una administración puritana que desaprobaba el teatro.

Pasó más de 300 años, y el actor, director y productor estadounidense Sam Wanamaker comenzó una campaña para reconstruir el Globe original. En 1994, su visión se realizó con la reconstrucción fiel al edificio original, que adorna actualmente la orilla sur del río Támesis.

Al reconstruir el teatro original, los constructores se enfrentaron a un dilema: ¿cómo hacer que un edificio tan intrínsecamente inflamable sea seguro para los espectadores, respetando las estrictas normas contra incendios?

Los arquitectos seleccionaron los paneles de lana de roca incombustibles ROCKWOOL para estar en el centro de su estrategia de seguridad contra incendios. En el techo, se colocaron paneles rígidos Conlit 150 revestidos con láminas de aluminio sobre las vigas y listones de roble, evitando la penetración del fuego desde dentro y fuera de la estructura. No se ha podido mantener el techo de paja, ya que presentaría un riesgo de incendio muy elevado. El mismo aislamiento se usó para proporcionar protección contra incendios en las fachadas del Globe, oculto en el interior de la construcción tradicional de listones y yeso.

De esta manera, la protección contra incendios moderna está "incorporada" al tejido tradicional del Globe. El teatro renacido puede mantener su apariencia auténtica de época y al mismo tiempo garantizar que los asistentes al teatro puedan sentirse seguros, sin que se repitan accidentes como en el siglo XVI.